
Al conocer el veredicto, desde Caracas pasando por el Centro, el Llano, Oriente y llegando a lo mas lejos a nuestro querido Edo. Bolívar, todos gritábamos y saltabamos de jubilo, la emoción nos embargaba de tal manera que en los sitios con relativa seguridad la gente salio de sus casas, emocionados, gritando Libertad!, en mi sector muchísimos salimos tal cual pues ya era mas de medianoche, estábamos acostados esperando los resultados, fue tal la algarabía que nos lanzamos a vitorear, a reír y abrazarnos con nuestros vecinos, al cabo de un largo rato y pasada la euforia del primer momento, fue cuando caímos en cuenta que la mayoría de nosotros estaba en pijamas. Reímos y bromeamos sin embargo la vestimenta no impidió seguir festejando el inicio de este nuevo camino que debemos transitar.
Hoy, reflexionando un poco acerca de lo sucedido concluyo que así como nosotros anoche, semidormidos y angustiados antes de la salida de Tiby, ha estado nuestra querida madre Venezuela, adormilada, y en pijamas pues mezquinos y obscuros intereses no le permitieron ponerse su traje de gala en estos 17 años, y a nosotros corresponde de ahora en adelante unirnos como hermanos de patria que somos, hijos de una misma tierra, donde de ahora en adelante lo que debe prevalecer sea la armonía, la solidaridad, el trabajo y la justicia, para quitarle las pijamas a Venezuela y aparezca como la dama hermosa, elegante, inteligente y bella que es. seamos los hijos dignos que este país merece.
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