Yace Margarita, en una hermosa urna color fucsia, su
color favorito, así le había pedido a sus entrañables amigas para el día de su
funeral, tarea esta que resulto un poco engorrosa,dada su sorpresiva despedida
de este mundo, se veía muy hermosa, tez blanca,ojos ligeramente cerrados como
en un plácido sueño, y en sus labios una pícara sonrisa, nadie diría que
Margarita está muerta, si, y bien muerta, aunque no lo parezca, a todos cayó
muy mal la fatídica noticia, pues hasta el día anterior había estado cantando y
riendo, contenta como siempre, despreocupada como todos los días, coqueta y
fascinante como ninguna, así decían sus múltiples admiradores, las mujeres la
adoraban pues siempre tenía en sus labios el consejo sabio que en males de
amores el sexo femenino desea escuchar, los hombres la amaban algunos de manera
sana, otros la deseaban de forma lujuriosa, sus amigos disfrutaban de sus
ocurrencias, habían algunos que la sentían desvalida y gustosos se ofrecían a
resolver sus problemas de cualquier índole, y es que nunca Margarita pasaba
desapercibida, tenía algo mágico en su persona que despertaba interés de todo
aquel que la conocía, y a decir verdad era agradable físicamente sin ser una
exuberante belleza, tampoco tenía un cuerpo despampanante, de rasgos físicos
bastante comunes, sus detractores y muy escasos enemigos decían que no sabía
que era lo que la gente veía en ella., siguiendo con su velorio, el cual se
convirtió en un evento por demás extraño, llamaba la atención, por un lado su
ex-esposo del que tenía ya 20 años divorciada, lloraba desgarradoramente frente
al abierto ataúd, ante la mirada recriminadora de su actual esposa quien no
comprendía porque después de tantos años de haberse dejado seguía moqueando
como un carajito, sus hijos, obvio estaban desconsolados, sus amigas muy
tristes, pero de vez en cuando se les dejaba escuchar con una risita entre
cómplice y burlona ante lo que parecía el cuadro principal de este acto
funerario tan singular, alrededor del féretro de Margarita habían cerca de 55
hombres, que lloraban a moco suelto, pataleaban, dando demostraciones públicas
del más grande dolor que pueda sentir humano alguno, se abrazaban, gritaban,
retorcían, y con extrañeza se miraban entre ellos, algunos se conocían de
saludo, pero la mayoría jamás se había visto, ante este cuadro desgarrador a
una de las amigas de Margarita se le ocurrió preguntar cuál de ellos era el
novio de la difunta, todos al unísono gritaron YO.... , se miraron confundidos,
y nadie pudo parar el desorden que se formó en la sala velatoria, cada uno de
ellos reclamaba la exclusividad del amor de Margarita, se pusieron a recordar
momentos vividos con la hermosa dama, las épocas en las que a cada uno de
ellos. . Los afligidos caballeros fueron escuchándose entre ellos, negándose a
reconocer lo que era obvio, pues, que la ahora difunta había sido amante de
varios de ellos simultáneamente en su respectiva oportunidad, la expresión de
dolor no se sabía si era por la muerte de la hermosa mujer o por haber sido
engañados, orgullo de macho herido, pues se quedaban perplejos al darse cuenta
que ninguno sospecho que ella le hubiera sido infiel, los hacía sentir como el
mejor de los hombres, el más experimentado de los amantes, a su lado se creían
únicos, protectores, inteligentes, hábiles, dulces,´etc. en fin con ella
estaban como no lo habían hecho con mujer alguna, y ahora así ,sin anestesia,
estaban descubiertos, no eran más que un montón de cabrones de quienes Margarita se burló, es cierto,
pero también les dio la magia de creerse exclusivos en la vida de ella, muchos
se preguntaran si se trataba de una prostituta o algo parecido, pues no, era
una dama refinada, elegante, discreta, amable y dulce, nadie podía sospechar
siquiera estos pequeños deslices, que según cuentan sus compincheras amigas los
disfrutaba sin involucrarse demasiado.
Luego
de esta confusión, de esta guerra de sentimientos encontrados, se dirige el
cortejo al cementerio, a darle el ultimo adiós a la dulce Margarita, ante el
hoyo donde debían colocar el ataúd, seguían las manifestaciones de dolor,
llanto, inclusive algunas escenas del más intenso drama, en este instante,
justo cuando las cuerdas van bajando cuidadosamente la urna, se escucha una
gran explosión, se abre de par en par el féretro, salen luces multicolores,
todos asombrados, vieron salir a Margarita vestida con vaporoso traje, riendo,
feliz, la muchedumbre no sabía que hacer, no entendía que estaba ocurriendo, se
suponía que era cadáver, y los cadáveres no hacían estas cosas, suspendida en
el aire, el fantasma de Margarita se dirigió desde las alturas al público que
acompañaba el entierro, con voz sonora les dijo: Perdonadme amantes míos si en algún momento
os engañe, no se preocupen que nadie sabrá cuantos de uds. hermosos caballeros sufrían
de eyaculación precoz, cuantos eran impotentes, quienes eran egoístas en la
cama, cuantos creyeron con grandes regalos podían comprar mi amor, ! Oh!
ingenuos chiquillos, siempre estuvieron mas pendientes del placer que les
pudiera dar que de la capacidad de uds, para entregarse, simplemente les
regrese la moneda con la que uds, van por la vida relacionándose con las
mujeres, .inmunes al sufrimiento que
pueden causar las necesitan para reafirmarse constantemente y por ello
coleccionan amores y mujeres como si de barajitas se tratara, este hermoso y
luminoso día quise traerles este mensaje, aprendan a entregarse un poco más, no
teman a sus sentimientos, vivan sus experiencias con intensidad y plenitud, y
sobre todo dejen el miedo al desempeño sexual, el terror al rechazo, que lo
peor que puede pasarles es que les digan que no, y eso no es mal de morir,
terminadas estas palabras los asistentes se miraban entre si, a los hombres
afectados les preocupaba que se supiera en público de sus carencias sexuales, a
las mujeres las mataba la curiosidad de saber quienes eran los mala cama
mencionados por Margarita, ante la risita de una de sus amigas, hablo de nuevo
el hermoso espectro, y uds. amigas mías, compañeras inseparables en las buenas
y en las malas, no se burlen porque los flamantes maridos que hoy ostentan,
todos fueron mis amantes, jajaja, y a algunos de ellos fui yo quien les enseño
las delicias de una buena cama, solo me resta decirles, que los amo a todos, y
que me marcho feliz y complacida, Ahhhh!!!!, me voy a dar prisa porque me
contaron que por allá arriba hay unos ANGELOTES PAPIADOTES, que están
buenísimos, como a mi me gustan y voy a jugar un poquitín con ellos, dicho esto
desapareció en el azul infinito de aquel soleado Viernes de Primavera
Yace Margarita, en una hermosa urna color fucsia, su
color favorito, así le había pedido a sus entrañables amigas para el día de su
funeral, tarea esta que resulto un poco engorrosa,dada su sorpresiva despedida
de este mundo, se veía muy hermosa, tez blanca,ojos ligeramente cerrados como
en un plácido sueño, y en sus labios una pícara sonrisa, nadie diría que
Margarita está muerta, si, y bien muerta, aunque no lo parezca, a todos cayó
muy mal la fatídica noticia, pues hasta el día anterior había estado cantando y
riendo, contenta como siempre, despreocupada como todos los días, coqueta y
fascinante como ninguna, así decían sus múltiples admiradores, las mujeres la
adoraban pues siempre tenía en sus labios el consejo sabio que en males de
amores el sexo femenino desea escuchar, los hombres la amaban algunos de manera
sana, otros la deseaban de forma lujuriosa, sus amigos disfrutaban de sus
ocurrencias, habían algunos que la sentían desvalida y gustosos se ofrecían a
resolver sus problemas de cualquier índole, y es que nunca Margarita pasaba
desapercibida, tenía algo mágico en su persona que despertaba interés de todo
aquel que la conocía, y a decir verdad era agradable físicamente sin ser una
exuberante belleza, tampoco tenía un cuerpo despampanante, de rasgos físicos
bastante comunes, sus detractores y muy escasos enemigos decían que no sabía
que era lo que la gente veía en ella., siguiendo con su velorio, el cual se
convirtió en un evento por demás extraño, llamaba la atención, por un lado su
ex-esposo del que tenía ya 20 años divorciada, lloraba desgarradoramente frente
al abierto ataúd, ante la mirada recriminadora de su actual esposa quien no
comprendía porque después de tantos años de haberse dejado seguía moqueando
como un carajito, sus hijos, obvio estaban desconsolados, sus amigas muy
tristes, pero de vez en cuando se les dejaba escuchar con una risita entre
cómplice y burlona ante lo que parecía el cuadro principal de este acto
funerario tan singular, alrededor del féretro de Margarita habían cerca de 55
hombres, que lloraban a moco suelto, pataleaban, dando demostraciones públicas
del más grande dolor que pueda sentir humano alguno, se abrazaban, gritaban,
retorcían, y con extrañeza se miraban entre ellos, algunos se conocían de
saludo, pero la mayoría jamás se había visto, ante este cuadro desgarrador a
una de las amigas de Margarita se le ocurrió preguntar cuál de ellos era el
novio de la difunta, todos al unísono gritaron YO.... , se miraron confundidos,
y nadie pudo parar el desorden que se formó en la sala velatoria, cada uno de
ellos reclamaba la exclusividad del amor de Margarita, se pusieron a recordar
momentos vividos con la hermosa dama, las épocas en las que a cada uno de
ellos. . Los afligidos caballeros fueron escuchándose entre ellos, negándose a
reconocer lo que era obvio, pues, que la ahora difunta había sido amante de
varios de ellos simultáneamente en su respectiva oportunidad, la expresión de
dolor no se sabía si era por la muerte de la hermosa mujer o por haber sido
engañados, orgullo de macho herido, pues se quedaban perplejos al darse cuenta
que ninguno sospecho que ella le hubiera sido infiel, los hacía sentir como el
mejor de los hombres, el más experimentado de los amantes, a su lado se creían
únicos, protectores, inteligentes, hábiles, dulces,´etc. en fin con ella
estaban como no lo habían hecho con mujer alguna, y ahora así ,sin anestesia,
estaban descubiertos, no eran más que un montón de cabrones de quienes Margarita se burló, es cierto,
pero también les dio la magia de creerse exclusivos en la vida de ella, muchos
se preguntaran si se trataba de una prostituta o algo parecido, pues no, era
una dama refinada, elegante, discreta, amable y dulce, nadie podía sospechar
siquiera estos pequeños deslices, que según cuentan sus compincheras amigas los
disfrutaba sin involucrarse demasiado.
Luego
de esta confusión, de esta guerra de sentimientos encontrados, se dirige el
cortejo al cementerio, a darle el ultimo adiós a la dulce Margarita, ante el
hoyo donde debían colocar el ataúd, seguían las manifestaciones de dolor,
llanto, inclusive algunas escenas del más intenso drama, en este instante,
justo cuando las cuerdas van bajando cuidadosamente la urna, se escucha una
gran explosión, se abre de par en par el féretro, salen luces multicolores,
todos asombrados, vieron salir a Margarita vestida con vaporoso traje, riendo,
feliz, la muchedumbre no sabía que hacer, no entendía que estaba ocurriendo, se
suponía que era cadáver, y los cadáveres no hacían estas cosas, suspendida en
el aire, el fantasma de Margarita se dirigió desde las alturas al público que
acompañaba el entierro, con voz sonora les dijo: Perdonadme amantes míos si en algún momento
os engañe, no se preocupen que nadie sabrá cuantos de uds. hermosos caballeros sufrían
de eyaculación precoz, cuantos eran impotentes, quienes eran egoístas en la
cama, cuantos creyeron con grandes regalos podían comprar mi amor, ! Oh!
ingenuos chiquillos, siempre estuvieron mas pendientes del placer que les
pudiera dar que de la capacidad de uds, para entregarse, simplemente les
regrese la moneda con la que uds, van por la vida relacionándose con las
mujeres, .inmunes al sufrimiento que
pueden causar las necesitan para reafirmarse constantemente y por ello
coleccionan amores y mujeres como si de barajitas se tratara, este hermoso y
luminoso día quise traerles este mensaje, aprendan a entregarse un poco más, no
teman a sus sentimientos, vivan sus experiencias con intensidad y plenitud, y
sobre todo dejen el miedo al desempeño sexual, el terror al rechazo, que lo
peor que puede pasarles es que les digan que no, y eso no es mal de morir,
terminadas estas palabras los asistentes se miraban entre si, a los hombres
afectados les preocupaba que se supiera en público de sus carencias sexuales, a
las mujeres las mataba la curiosidad de saber quienes eran los mala cama
mencionados por Margarita, ante la risita de una de sus amigas, hablo de nuevo
el hermoso espectro, y uds. amigas mías, compañeras inseparables en las buenas
y en las malas, no se burlen porque los flamantes maridos que hoy ostentan,
todos fueron mis amantes, jajaja, y a algunos de ellos fui yo quien les enseño
las delicias de una buena cama, solo me resta decirles, que los amo a todos, y
que me marcho feliz y complacida, Ahhhh!!!!, me voy a dar prisa porque me
contaron que por allá arriba hay unos ANGELOTES PAPIADOTES, que están
buenísimos, como a mi me gustan y voy a jugar un poquitín con ellos, dicho esto
desapareció en el azul infinito de aquel soleado Viernes de Primavera
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